Guías e intinerarios de viaje por viajeras experimentadas
Jordania, oficialmente conocida como el Reino Hachemita de Jordania, es un país situado en el corazón del Medio Oriente. Limita con Siria al norte, Irak al noreste, Arabia Saudita al sureste y al sur, y Palestina e Israel al oeste. Este país cuenta con una rica historia que se remonta a las antiguas civilizaciones.
Desde las majestuosas ruinas de Petra y Jerash hasta la serenidad del Mar Muerto y la vasta belleza del desierto de Wadi Rum, este país tiene algo para cada tipo de viajero. Planificar una visita durante las estaciones de primavera u otoño garantiza un clima agradable para explorar todos los tesoros que Jordania tiene para ofrecer.
Jordania es hogar de aproximadamente 10.5 millones de personas, con una densidad demográfica concentrada en las áreas urbanas. Amán, su capital, es la ciudad más poblada y el centro político, cultural y económico del país. La población jordana es joven, con una edad media de 22 años, y está compuesta principalmente por árabes jordanos. También incluye una significativa minoría palestina y grupos étnicos menores como los circasianos, armenios y chechenos.
Geográficamente, Jordania se caracteriza por su diversidad. Desde el valle del Jordán, una depresión profunda que desciende hasta el Mar Muerto — el punto más bajo de la Tierra a 430 metros bajo el nivel del mar — hasta las montañas de Ajlún y las áridas extensiones del desierto de Wadi Rum, el país ofrece una variedad de paisajes que capturan la imaginación de cualquier viajero. El río Jordán fluye a lo largo de la frontera occidental. Éste tiene una significancia histórica y religiosa inmensa, siendo mencionado en numerosos textos bíblicos.
El clima de Jordania varía según la región, pero en general, el país experimenta veranos calurosos e inviernos frescos.
La mejor época para visitar Jordania es durante la primavera (de marzo a mayo) y el otoño (de septiembre a noviembre). Durante estos períodos, las temperaturas son más moderadas, haciendo más agradable la exploración de los numerosos sitios históricos y naturales.
En primavera, los campos florecen, especialmente en las regiones del norte y el valle del Jordán, ofreciendo un paisaje pintoresco.
El otoño, por su parte, es ideal para visitar el desierto de Wadi Rum y Petra, ya que las temperaturas son más suaves comparadas con el calor extremo del verano.
Petra, una de las nuevas siete maravillas del mundo, es sin duda el sitio más emblemático de Jordania. Esta antigua ciudad nabatea, esculpida directamente en las rocas rosadas del desierto, ofrece una experiencia única de inmersión histórica. Los visitantes ingresan a través del Siq, un estrecho desfiladero que culmina en el Tesoro (Al-Khazneh), una impresionante fachada helenística. Además del Tesoro, Petra cuenta con numerosos templos, tumbas y un teatro romano, todo lo cual se puede explorar a lo largo de varios días.
El Mar Muerto está situado en la frontera con Israel y Palestina. Es famoso por su alta salinidad y sus propiedades curativas. Con un contenido mineral excepcionalmente alto, las aguas y el barro del Mar Muerto han sido utilizados durante milenios para tratamientos de salud y belleza. Los visitantes pueden flotar sin esfuerzo en sus aguas densas. También se puede disfrutar de un día de relajación en uno de los muchos balnearios a lo largo de su costa.
El desierto de Wadi Rum, también conocido como el Valle de la Luna, es una extensión de desierto que parece de otro mundo. Sus paisajes han sido comparados con Marte. Este desierto ofrece desde safaris en jeep y paseos en camello hasta la escalada de sus formaciones rocosas. Wadi Rum también es famoso por su cielo nocturno despejado. Es un lugar ideal para la observación de estrellas.
Jerash es una de las ciudades romanas mejor conservadas fuera de Italia. Fue fundada por Alejandro Magno en el siglo IV a.C. La ciudad ofrece una ventana a la vida en la antigüedad con sus calles adoquinadas, teatros, templos y plazas públicas. El Arco de Adriano, el Templo de Artemisa y el Hipódromo son solo algunas de las atracciones que permiten a los visitantes viajar en el tiempo a la época romana.
Jordania es un país de rica herencia cultural, influenciado por su ubicación en la encrucijada de civilizaciones. Platos como el mansaf, elaborado con cordero cocido en yogur y servido con arroz, son representativos de la riqueza de la tradición culinaria jordana. Otros platos populares incluyen el falafel, el hummus y el mezze, que ofrecen una variedad de sabores y texturas.
Jordania también tiene una rica escena artística, con numerosos festivales de música, danza y cine que se celebran anualmente. El Festival de Jerash, por ejemplo, es un evento cultural importante que reúne a artistas de todo el mundo. Se celebra en el antiguo teatro romano de Jerash.
En las áridas tierras de Jordania, se encuentra una de las maravillas arqueológicas más impresionantes del mundo: Petra. Esta antigua ciudad, conocida como “la ciudad rosa” debido al color de la piedra en la que está tallada, es un testimonio asombroso del ingenio y la …